Situado
entre la práctica editorial y la expresión artística pura, Bill Brandt es considerado como una de las mayores fuerzas, un maestro de la fotografía
del Siglo XX.
Altamente
respetado por la intensidad y poder de sus imágenes, es considerado uno de los fotógrafos de mayor preponderancia que han
surgido en Inglaterra.
Su
obra es muy variada y abarca todos los aspectos de la construcción de la imagen; sin embargo todas ellas expresan una fuerte
individualidad, tanto en la técnica como en la composición.
Sus primeros trabajos fueron de fotoperiodismo, pasando por paisajes, desnudos y retratos. La gran empatía de Brandt con sus
entornos y sujetos, ya sea en cualquiera de los mencionados anteriormente, ha sido el factor fundamental de su éxito.
La
idea básica de esta investigación, es dar el entorno social e histórico que proporciona el pie para la creación artística
de Bill Brandt; así como su inclinación estética, y datos
que dejan al descubierto ciertos aspectos borrosos de su historia personal; basándome en bibliografía editada y on line.
Bill Brandt nació en Hamburgo, Alemania;
a diferencia de lo que normalmente se cree, que nació en Londres. Ciertos historiadores afirman que él deliberadamente falsificaba
información personal. Según Paul Delany (el miembro más antiguo del Center Research Fellow
y profesor de Inglés en la Universidad Simon Fraser, en Inglaterra), que pudo reunir a gente que conoció a Brandt; éste de
pequeño era molestado por sus compañeros alemanes, que lo trataban como
“el niñito inglés”, por ser hijo de adinerados padres ingleses. De hecho, su padre lo mantuvo durante su juventud
y madurez; y no importó cuanta relación tuviese con el ambiente artístico de la época, él no pudo sino hasta alcanzar una
avanzada edad, ser lo que se llama un fotógrafo profesional, en el sentido de ganarse la vida.
Pasó
su niñez en Alemania y Suiza, y a los 16 años contrajo tuberculosis, debiendo quedar hospitalizado hasta los 22 años. Convencido
de que la tuberculosis podía quitarse con psicoanálisis; a los 23, en 1927, viaja a Viena, donde la Dra. Eugenie Schwarzwald,
lo convence de buscar un trabajo. Así fue como Brandt escogió la fotografía y comenzó sus trabajos en el ambiente.
La
época en que Bill Brandt se desenvuelve, es de importantísimos conflictos en toda Europa. La primera Guerra Mundial, de 1914
a 1918, marca su primer desarrollo desde los 10 años, considerando además que a los 16 fue hospitalizado hasta los 22. Estas
divisiones de ideologías según nacionalidades, marcaron a Brandt infinitamente. Casi se puede decir que no tuvo juventud,
y marcado por su niñez, siempre quiso negar su nacionalidad alemana. Su historia y sus obsesiones son intrínsecas para conocer
sus imágenes. Desde el principio, sus fotografías presentaron una doble naturaleza, parecen captar sólo lo que está ahí, sin
embargo son meticulosamente planeadas. Toda su preparación estaba al servicio de un sistema de fantasía, creciendo con libros
de niños, cine alemán expresionista, psicoanálisis y un profundo conocimiento de la historia del arte. Lo que el público tomó
como documentalismo realista, era para los iniciados un vislumbre de su mundo inventado y esotérico.
En
1928 Brandt toma uno de sus primeros retratos a Ezra Pound, el poeta norteamericano, trabajando en el estudio de Greta Kolliner,
amiga de la doctora Schwarzwald, quien le había conseguido el trabajo. Por la fascinación de Pound con su retrato, éste le
presenta a Man Ray, y es aquí donde realmente comienza la carrera fotográfica de Bill Brandt. En 1929 se traslada a París
para trabajar como ayudante de Man Ray, quien lo instruye en el arte de la fotografía por el corto período de tres meses.
Mantienen contacto regularmente por más de dos años. Brandt aprende el valor de la experimentación fotográfica, que continuó
trabajando por su propia cuenta.
Al
estar expuesto tempranamente al trabajo de Man Ray y otros maestros del surrealismo, según las propias palabras de Brandt
“me dio una nueva forma de ver la fotografía y el mundo”, quedó profundamente influenciado por Man Ray y su círculo
como corriente de invención fotográfica. Por supuesto, el entorno también ayudó a su desenvolvimiento, las pinturas de Salvador
Dalí, las películas de Luis Buñuel, y las fotografías de Eugene Atget y Andre Kertesz. También admiró a Brassai, y posteriormente
a Cartier-Bresson y Edward Weston.
Después
de la Primera Guerra Mundial, se provocó una difícil distinción entre la foto como documento útil, o como una búsqueda artística.
Entre los usos utilitarios, está la publicidad, donde se interpreta y se filtra la realidad. La fotografía toma parte de un
movimiento de vanguardia artística y acrecienta su poder con la expansión de la prensa ilustrada. Por ejemplo, este desarrollo
se nota con August Sander, contemporáneo de Bill Brandt. Sander no trabajaba de manera representativa de las vanguardias;
se preocupaba poco de la creatividad experimental y de la expresión individual. El autor de la imagen permanecía en segundo
plano. Sabía que la influencia personal ejercida por el documentalista no reside en la invención de la imagen, sino en la
selección que efectúa a partir de la realidad. Él era más bien un fotógrafo marginal en la época, sin embargo inspirador de
las vanguardias subsiguientes, ya que luego, la opinión y el punto de vista son lo crucial.
Es
importante conocer el medio histórico que da lugar a una ideología artística como la de Brandt. Éste aún vivía en Alemania
cuando terminó la 1º Guerra Mundial, provocada y perdida por su país, dando lugar a una grave crisis política y económica.
En lo social, el pueblo alemán no comprende el sistema pluralista de partidos, lo ven como una debilidad. La joven democracia
carece de fuerza. En 1923 se devalúa el Marco. La pequeña y baja burguesía apoya a Hitler. Florecen las Artes y Letras. Muere
Kafka; Einstan recibe el Premio Nobel. Kandinski revoluciona las tendencias del arte. A pesar de tener una economía devastada,
Berlín es el centro de los acontecimientos artísticos e intelectuales. Es entonces cuando se inicia la edad de oro del periodismo
fotográfico, cuando la prensa, censurada durante los años de la guerra, cobra un nuevo impulso bajo la república liberal.
La fotografía se torna como un medio psicológico en publicidad, inspirado en la teoría pictórica de la vanguardia. El fotógrafo
ahora procede de la sociedad burguesa devastada por la crisis, Erich Salomon es célebre aún con su corta carrera, del ´28
al ´35, período en el que Brandt estaba recién comenzando.
En
la Alemania de la posguerra, se formaron las vanguardias de que se habla anteriormente, expresándose en galerías y revistas;
el Dadá y la Bauhaus rebasan las fronteras alemanas. El dadaísmo fue el paso previo para el surrealismo, del que como hemos
visto, Brandt era muy apegado. El primero era un movimiento de protesta, pequeño, móvil, muy politizado, destinado a denunciar
los métodos y los medios de la cultura burguesa a través de la paradoja y la negación. Por eso se puede decir que en realidad
Brandt era un fotógrafo revolucionario, ya que por ejemplo no entraba en el perfil de Salomon; Brandt casi no ganaba dinero,
se negaba a la burguesía, aún siendo partícipe de ella (no olvidemos que su padre lo mantenía), aún así se convirtió en uno
de los fotógrafos más prolíficos de Inglaterra.
En
1930, para los primeros años de Brandt en París, cometió su mayor acto de mentira y auto negación, diciendo que había estudiado
fotografía en Suiza y Alemania.
Con
la Ermanox y la Leica, comienza el fotoperiodismo moderno, y Brandt trabaja como freelance para varias revistas internacionales,
como Weekly Illustrated, Picture Post, Verve, Miniotaure, Lilliput, Harper's Bazaar, News Chronicle, Bifui, Varietes. Dándose
una libertad en ideas e imágenes con la concepción superviviente idealista y humanista. Entre los adelantos técnicos, las
cámaras comienzan a ser más pequeñas y ligeras, de formato 24 x 36 mm, con películas más sensibles y del cinematógrafo, se
pueden tomar 36 fotos sin recargar; los objetivos son más luminosos, de F:2. El encuadre es responsabilidad del fotógrafo,
al no poder re-encuadrar en la editorial por la calidad del formato. Se carece de pose, se puede cambiar, es la liberación
del punto de vista.
En
1928, se funda la revista Vu, por Lucien Voguel. Ésta es de un gusto refinado muy parisino, de ideas liberales. Sus fotografías
se caracterizan por traducir con la imagen los acontecimientos políticos franceses y extranjeros, hay reportajes, descubrimientos;
es “la verdad con la fotografía”. En esta época también se dan los primeros avisos contra el nazismo.
Puede
decirse que habían surgido dos corrientes, la poética, con Man Ray y Edward Weston como líderes; y la documentalista, la del
momento de “verdad”. Brandt se declara atraído por las dos escuelas, y por más de diez años se concentra enteramente
en el trabajo documental.
Bajo
estas condiciones, en 1931 se traslada a Inglaterra, donde comienza una exploración fotográfica de Londres, que se transforma
en una crónica de los diversos estratos sociales que constituían el sistema de clases inglés. “El extremo contraste
social durante los años previos a la guerra, visualmente era muy inspirador para mí”. Editándose en 1936, con el nombre
de “The English at home”, lamentablemente por la época de crisis previa a la Segunda Guerra Mundial, el libro
no fue un éxito de publicación editorial. En éste se muestra una existencia destruida por la depresión de la clase trabajadora
en el East End londinense, con una integridad con el sujeto que va más allá del simple reportaje. Se presenta un contenido
dramático, aparecen negros intensos; dados por copias en papeles de alto contraste. Brandt, fotografió desde las comunidades
mineras desempleadas y sus familias, en el norte del país, hasta los derroches de la aristocracia; con retratos cándidos:
todo lo que sucedía dentro de las casas de familia adinerada, los sirvientes en la cocina, elaboradas mesas para cenar, preparaciones
de los baños de las familias, fiestas de cocktail en los jardines, con invitados hablando y jugando bridge, casas de familia
de la clase trabajadora, con varios niños durmiendo en una cama, interiores de casas de mineros con gente comiendo, una madre
cociéndole la ropa al que llega, mineros lavándose en tinas de estaño frente a los fuegos de sus cocinas. Fotografió pubs,
pensiones comunes de noche, teatros, baños turcos, cárceles, gente en sus habitaciones. Es el resultado de una búsqueda, el
respeto de la época del periodismo fotográfico.
Dado
el éxito de Brassai en Francia con su libro “Paris by Night”, en 1938 el Arts et Métiers Graphiques, publica un
libro de Brandt, llamado “A night in London”, que muestra el lado oscuro y melodramático de Londres. De ésta se
montará su primera exposición personal.
Brandt
trabajó fotografías más expresivas, a comparación de sus contemporáneos en Norteamérica, donde no se conoció ninguna forma
de militantismo comparable al movimiento de los fotógrafos obreros de Alemania.
En
Estados Unidos, los años ´20 son un período de desastre cultural, a comparación de Europa, donde se desarrollaban las vanguardias.
Allí la fotografía se convirtió en una especie de sueño y evasión, con Hollywood se infunde una belleza ficticia a las estrellas
de cine. Se distinguen varios tipos de fotografías dentro de esa corriente; una iluminación teatral, preparaciones precisas
y formas gráficas audaces, para producir una especie de aura, casi un fetichismo en torno a los productos industriales. Para
1929, estalla una grave crisis económica que revierte esta situación, por ejemplo, con la FSA en 1935, donde lo esencial consiste
en delimitar la significación humana e ideológica del tema.
La
crisis norteamericana del ´29, se dio cuando Alemania estaba empezando a recuperarse; su mentalidad democrática, las nuevas
ideas de la prensa ilustrada, se vieron cerradas de golpe con la llegada de Hitler. El efecto dominó de la crisis Americana,
afectó radicalmente la economía germánica; la miseria es uno de los factores de decisivos para el acceso de Hitler al poder.
La llegada de la Segunda Guerra Mundial, del ´39 al ´45, frenó la libertad de expresión, hay un adoctrinamiento de las mentalidades,
se queman los libros de los escritores más conocidos, la prensa queda controlada. La élite intelectual y artística debe exiliarse.
Los que habían creado apogeo del fotoperiodismo moderno en Alemania, transforman la prensa ilustrada en Francia, Inglaterra
y Estados Unidos.
En
Inglaterra, el Departamento de registros del Ministerio de Interior le encargó a Brandt que retratara la apariencia fantasmagórica
de las calles durante los bombardeos aéreos, a la luz de la luna muestra el perfil de la ciudad con las siluetas oscuras de
los edificios, delineadas con precisión; mediante exposiciones de 20 o 30 minutos. La manera en que transcurre el tiempo en
los refugios antiaéreos del metro y los sótanos, los grandes edificios escalonados, la gente.
Es
la época de los mass-media magazines, con la revista LIFE en el ´36, basadas en la fotografía. En 1940 nace la televisión,
que crece a pasos agigantados. El oficio de reportero fotógrafo queda afectado por los cambios en la prensa. En 1947 nace
Mágnum, con Capa (exiliado de Alemania), que defiende los derechos de los fotógrafos.
Finalizada
la guerra, el estilo de Brandt cambió dramáticamente, perdiendo su entusiasmo por el reportaje, volvió a lo que podría llamarse
la escuela poética de Man Ray, y se dedicó a los desnudos, retratos y paisajes. Bajo sus propias palabras: “El documentalismo
fotográfico se volvió fashion, todo el mundo lo practicaba, además el tema principal de mis años anteriores había desaparecido,
en Inglaterra ya no había un marcado contraste social”. En los años 50 la fotografía se subjetiviza con el florecimiento
del arte abstracto y a esta altura, la televisión ya es un alto rival para la fotografía, porque puede informar en directo.
En
1945, Bill Brandt empezó su Serie de Desnudos, acercándose al surrealismo con interpretaciones personales del cuerpo humano,
desde el close-up en estudio; al aire libre, en las playas de Normandy y Sussex; coloca a las modelos en espacios muy grandes
y retrata una parte de ellas, en primer plano. En éstas, la fantasía y la realidad se mezclan, la atmósfera se muestra misteriosa.
Por
la manera de hacer sus retratos, fotografió a muchos artistas y escritores. Retrataba a los modelos en sus propios alrededores,
se concentraba en la foto como un todo, y dejaba a los modelos por sí solos; raramente les hablaba y apenas los miraba. Eso
hace olvidar a la gente lo que está sucediendo y cualquier expresión de conciencia propia, por lo general desaparece; trataba
de evitar las expresiones efímeras y vivaces de las tomas instantáneas, le agradaba más una expresión profunda, tranquila.
Brandt opinaba que un buen retrato debe decir algo del pasado del sujeto, así como sugerir algo de su futuro. En sus paisajes
del ´40 y ´50 se reflejan la influencia del romanticismo y el expresionismo, muchas de sus imágenes, más bien siniestras,
fueron tomadas en el crepúsculo, cuando él lo llama “el lujo de las sombras”. Cielos amenazadores al anochecer
y ensombrecidos interiores, caracterizan esta faceta.
En
1949 publica “Camera in London”, formada por una edición de sus fotos del ´30 y del ´40.
Su
monolítica serie de desnudos fue publicada en su libro “Perspective of nudes”, en 1961 en Londres y Estados Unidos.
Se caracteriza por la experimentación, estudiando las enormes profundidades de campo y las perspectivas deformadas, típicas
del uso de un objetivo de distancia focal corta. Los cuerpos se convertían en un paisaje imaginario. La técnica utilizada
para la iluminación se llama claro-oscuro, que utiliza el fast fall-off, y un fuerte contraste entre luces y sombras. El uso
del claro-oscuro define los tres aspectos dimensionales de la fotografía, le da profundidad y claridad a ambos, el primer
plano y el fondo. El fast fall-off es el uso directo de la luz para acrecentar las sombras de un objeto, y darles textura;
funciona como una orientación táctil de la iluminación. Juntos el claro-oscuro y el fast fall-off se potencian. Brandt utiliza
los low key para dar la sensación de oscuridad o noche, no hay luz día visible y la iluminación provista es muy selectiva.
Gracias al claro-oscuro, quiso evocar la respuesta emocional más fuerte posible del espectador, añadiendo drama al “objeto”
que trabajaba.
Como
una anécdota interesante del descubrimiento de ésas imágenes, puedo agregar que Brandt se encontró en una tienda de segunda
mano una Kodak de madera de 70 años atrás. No tenía disparador, enfocada al infinito, con una apertura ínfima y de lente gran
angular, sin correcciones ópticas como los lentes modernos; que están diseñados para imitar la visión humana y el punto de
vista convencional. Defiende su postura con una frase de Weston de 1926: “La cámara ve más que el ojo, entonces ¿por
qué no hacer uso de eso?”. Brandt: “Mi nueva cámara veía más y veía diferente, creaba una increíble ilusión del
espacio, una perspectiva abrupta completamente ideal”. El lente producía imágenes y tamaños anatómicos que sus ojos
nunca observaron.
Con
respecto a sus tomas de paisajes, para hacer una toma, debía sentirse obsesionado con una escena particular; cuando encontraba
el panorama que quería fotografiar, esperaba por la estación indicada, el clima indicado, la hora indicada, de día o de noche;
para obtener la foto que él sabía que estaría ahí. En “Camera in London” declara: “Fui a West Riding en
verano, pero había muchos turistas, no era un buen momento del año, me gustaba más en Noviembre: misterioso, lluvioso, solitario.
Pero no estuve satisfecho hasta que lo vi otra vez en Febrero. Tomé la foto justo después de una granizada cuando un fuerte
viento soplaba sobre el terreno pantanoso”. Éste es uno de los paisajes favoritos de Brandt, que de hecho inspiró a
Emily Bronte para la película “Cumbres Borrascosas”.
En
1966 se editó “Shadow of Light”, que es una retrospectiva de las diferentes fases de su carrera. Las fotos nuevas
tanto como las viejas, las copió diferente de cómo las había presentado la primera vez, con un alto contraste que eliminaba
casi todos los tonos medios, un estilo que se convertiría en su firma. Con respecto a esos cambios, Brandt posteriormente
afirmaría, que el trabajo del laboratorio es el más importante, que hay veces que se puede terminar un encuadre bajo el dominio
de la ampliadora, y eso no tiene por qué interferir con la verdad. Cada fotógrafo debe seguir sus propios instintos, es el
resultado lo que cuenta, no cómo se llegue a él. Además, el ser sensible a la composición, por naturaleza, es un gran beneficio,
sin embargo es más que nada instinto. Tal vez pueda desarrollarse, pero duda que pueda aprenderse. Cada fotógrafo debe descubrir
lo que de verdad lo excita visualmente, debe descubrir su propio mundo.
En
1969, su primera retrospectiva es expuesta en el MoMA, estando bajo la dirección de Edward Steichen, quien años anteriores
dispone para una foto de Bill Brandt una página entera en su libro “The Family of Man”. Al año siguiente la exposición
es trasladada al Hayward Gallery de Londres. En 1972, Brandt se une a la Marlborough Gallery, quien se responsabiliza de la
venta y la internacionalización de su trabajo, hasta su muerte en 1983. Para 1976, las ramas del Marlborough Gallery de Nueva
York y Londres montan amplias exposiciones individuales de su trabajo, mientras él sigue viviendo en Kensington (Londres),
trabajando para peticiones específicas de los coleccionistas de la mencionada galería. La Royal Society of Arts lo nombra
“un Gran Autor para la Industria” (Royal Designer for Industry), en el ´78. El siguiente año, la Royal Photographic
Society lo premia con la Medalla de Plata al Progreso. Ésta última sociedad inaugura su Centro Nacional de Fotografía en 1981,
con una exhibición por los 50 años del trabajo de Bill Brandt. Se le han hecho honores en París, Estocolmo, San Francisco,
Houston, Boston y Washington DC. Existen grandes colecciones de sus fotografías en el Victoria and Albert Museum, en el MoMA
de Nueva York, en el Museo Internacional de Fotografía de Rochester, y en la Biblioteca Nacional de París.
Bill
Brandt muere en Diciembre de 1983, por una diabetes sufrida por más de 40 años. Dejó viuda a Noya, su tercera esposa; sin
hijos. Sus cenizas están dispersas en el Holland Park de Londres, el cual solía visitar casi todos los días.